La vida de las escorts Barcelona es una vida bastante ajetreada. No solo porque es muy activa sino porque también necesitas estar a la altura de lo que se espera de ti. El cliente no puede quedar defraudado, hay mucha competencia en el sector. Al llamarte y concertar una cita, espera que estés guapa como nunca, divertida, dispuesta a cenar, tomar copas, ir a la discoteca y , por supuesto, a darle una gran dosis del sexo que más le gusta.
Aparte, en contrapeso a esa vida tan loca, las escorts tiene que cuidarse mucho, alimentarse bien, hacer deporte, mantener la figura, el cabello, comprarse ropa para cualquier situación, desde la lencería más sexy hasta la ropa más propia para una cena o una fiesta.
En cuanto a los horarios diarios, una escort flexible estará disponible a cualquier hora del día en cualquier momento de la semana, pero hay muchas escorts que solo pueden los fines de semana, que suele ser el caso de las escorts universitarias o las escorts independientes que lo hacen solo de vez en cuando.
¿Se diferencia de la vida de una mujer que no se dedica al sector del sexo?
Hay grandes diferencias. Lo primero es que yo sexualmente disfruto más de mi vida que la inmensa mayoría de mujeres. El sexo con putas es algo sin complejos, los clientes piden todo lo que les apetece, yo no me corto en cómo comerme una polla o dejar que me follen, es mi trabajo, puedo ser tan guarra como quiera.
Muchas mujeres no pueden porque piensan que el hombre pensará mal de ellas o que ciertas cosas no se pueden ni hacer ni pedir que te hagan en el sexo. Así que por ese lado, ser puta en Barcelona me ayuda a hacer de todo en la cama, sin miedo.
Muchas mujeres no entienden cómo se puede cobrar a cambio de sexo ¿Qué piensa de eso?
Bueno, y yo no entiendo cómo se puede hacer de gratis (risas). Los hombres tienen una necesidad sexual mucho más frecuente que la mujer.
Por supuesto que a todos nos gusta follar todos los días y que nos hagan cosas nuevas en la cama y hacerlas nosotros también, pero muchos hombres necesitan follar diariamente y cuando lo han hecho mucho con su pareja, empiezan a aburrirse y llaman a una escort, una puta, para practicar sexo con ella, ya sea porque necesita nuevos estímulos o simplemente porque le gusta follar con muchas mujeres.
Por otro lado, estamos las mujeres a las que nos gusta satisfacer hombres, nos gusta el sexo con muchos y nos sentimos cómodas dando placer a desconocidos, ¿por qué no cobrar a cambio de un servicio tan bueno para la humanidad? Todos quedamos contentos. Ellos se van satisfechos y bien follados y nosotras cobramos por el trabajo bien hecho.
Según su razonamiento, ¿todas las mujeres deberían cobrar?
Según mi razonamiento, todos los seres humanos cobramos a cambio de sexo de una forma u otra. A veces pagamos con el matrimonio, a veces con la convivencia, a veces con años de relación… A veces cobramos cariño, confianza, amor, seguridad, pero siempre cobramos y ¡todos pagamos con algo! Nadie está con otra persona si no es porque se beneficia de alguna forma. A mí, me pagan con dinero y ellos se cobran en sexo.
¿Soñaba con ser puta en Barcelona?
No creo que nadie sueñe con ser puta en Barcelona o en cualquier otro sitio del mundo. Es un trabajo que si no se te ha pasado por la cabeza, un día llega la idea. Si estás conforme con las relaciones sexuales diarias y variadas, con dar más placer que recibirlo y te lo tomas como un mero trabajo en el que en unas ocasiones actúas y en otras lo pasas muy bien de verdad, todo conforme.
Imagino que también debe gustarle mucho el dinero.
A todos nos gusta mucho el dinero. Quien diga que no, miente.
¿Qué prácticas son las que más le gustan?
Me gusta el travestismo. Me gusta cuando un cliente me llega y me pide todo lo que no me espero. Recuerdo uno que me pidió que le dejara mi ropa, incluida la lencería. Se vistió de mujer explosiva y me pidió que me pusiera un arnés para follarlo sin lubricante.
Era muy guapo, un chico joven, con buen cuerpo. Creo que debía estar harto de follar de forma normal y quería cosas nuevas. Intenté no hacerle daño pero él quería dolor, así que eso recibió. Me dijo que lo cogiera del cabello y tirara de él y que le pegara en el culo con una fusta. No tardó nada en correrse. Cuando se recuperó no abrió la boca para nada excepto para decir gracias. Se vistió y se marchó muy satisfecho.
¿Tiene pareja?
No, y es difícil tenerla. He conocido chicos que han estado conmigo un tiempo pero a la mayoría les vuelven locos los celos, no soportan que me dedique a trabajar como puta a domicilio o en hoteles.
Después de follar una temporada lo normal es que desaparezcan. Lo prefiero porque yo necesito estar bien en mi trabajo, con buen humor y siempre dispuesta, y la vida de pareja lleva mucho tiempo, sobre todo los fines de semana que es cuando yo tengo más citas. Así que no tengo en la cabeza el tener pareja. Por ahora no me apetece que me paguen con amor o compañía a cambio de follar, prefiero que lo hagan con dinero.