Tu orientación sexual y la de tu pareja es un factor que juega un papel muy importante en el sexo. Determinará todos los aspectos de una cita, desde las prácticas que realizarás hasta con quién las compartirás. Aunque cada persona es un mundo y, afortunadamente, las etiquetas con respecto a la sexualidad y la orientación sexual están cambiando, podemos dividir a las personas en varios grupos dependiendo de su orientación sexual y de cómo viven y disfrutan su sexualidad: homosexuales, heterosexuales, demisexuales, pansexuales, sapiosexuales, asexuales y bisexuales, entre otros.
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Asexuales
La palabra asexual está formada por el prefijo “a” y el elemento léxico “sexual”. El sufijo “a” viene del griego y significa negación, por lo tanto, asexual significa literalmente “no sexual”. Las personas que pertenecen a este grupo no experimentan ningún tipo de atracción sexual por hombres ni por mujeres.
No debemos confundir la asexualidad con el celibato o la abstinencia sexual. La orientación sexual no es algo que se elija tener o no tener, al contrario que la abstinencia y el celibato. A diferencia de la asexualidad, el celibato y la abstinencia son conductas sexuales que algunas personas adoptan voluntariamente por creencias religiosas o personales.
Sin embargo, los asexuales no experimentan atracción sexual, sí que pueden llegar a sentir atracción romántica por un sexo o incluso por los dos y a menudo desean tener relaciones románticas que pueden derivar en matrimonios, aunque ellos preferirían que esas relaciones personales no incluyeran prácticas sexuales.
Demisexuales
Demisexual es una palabra compuesta por “demi”, que en inglés significa “a medias” y “sexus”, que en latín significa “sexo”, evidentemente. Al contrario de lo que podríamos pensar por su etimología, demisexual no se refiere a una persona a la que le guste el sexo a medias o que tenga solamente la mitad de su sexualidad.
Este término fue acuñado por la institución Asexual Visibility and Education Network (AVEN), y las personas que experimentan demisexualidad sienten atracción sexual únicamente hacia personas específicas con las que previamente han construido lazos emocionales fuertes. Generalmente, las personas demisexuales no se sienten especialmente atraídas por ninguno de los géneros, pero experimentan atracción sexual cuando conectan emocionalmente con alguien a nivel profundo.
Sapiosexuales
“Sapio” procede de “sapiens”, que significa sabio, inteligente o con raciocinio. Las personas sapiosexuales obtienen placer sexual cuando conectan con una persona a nivel intelectual. Este tipo de personas suelen tener la característica común de lo que en psicología se conoce como “apertura a la experiencia”. Habitualmente, los sapiosexuales prestan poca atención a aquellas experiencias que ya han experimentado, que les resultan aburridas o repetitivas.
Para estimular el deseo sexual de un sapiosexual, es necesario seducirlos con conversaciones interesantes sobre temas poco comunes. La excitación empezará en la mente y acabará extendiéndose a niveles físicos hasta llegar a sentir el deseo urgente de poseer la inteligencia de su pareja a nivel sexual.
Pansexuales
La pansexualidad es un tipo de orientación sexual en la que las personas orientan su atracción sexual y también su atracción sentimental hacia otras personas sin hacer distinciones de género ni de sexo biológico.
El término pansexual es un neologismo que se construye a partir del prefijo griego “pan” y la palabra “sexual”. Pan- significa “todo” y hace referencia a la pluralidad de tipos de persona por los que los pansexuales se sienten atraídos.
A los pansexuales se les conoce también como omnisexuales, cuyo prefijo de origen latino “omni” significa “todo”. Este tipo de orientación sexual no es comparable a la bisexualidad, sino que es una versión más amplia y libre. Se sienten atraídos por hombres y mujeres heterosexuales, lesbianas, gays, intersexuales, transexuales e intergéneros.
Heterosexuales
Este tipo de orientación sexual es uno de los más comunes en la sociedad. Las personas heterosexuales experimentan atracción sexual hacia personas del sexo opuesto al suyo. Es decir, son hombres que se sienten atraídos por las mujeres y viceversa.
Históricamente, la religión y las instituciones que regían la sociedad han considerado la heterosexualidad como la orientación estándar de las personas. Por eso la heterosexualidad siempre ha gozado de aceptación social. Ser heterosexual se consideraba “lo normal” mientras se estigmatizaban el resto de orientaciones sexuales.
Homosexuales
Los homosexuales sienten atracción sexual por personas de su mismo sexo o género biológico. “Homo” significa “igual” en griego, por lo que el término “homosexual” puede referirse a hombres homosexuales pero también a mujeres homosexuales, también conocidas como lesbianas.
La homosexualidad era considerada como una condición sexual anómala hasta hace poco tiempo e incluso ahora genera discriminación. Desgraciadamente, algunos llegaron a creer que era una enfermedad y que, por lo tanto, podía curarse y dirigirse hacia la heterosexualidad. Incluso en alguna época existían clínicas de salud mental especializadas en tratar la homosexualidad con técnicas macabras como el electroshock.
Bisexuales
Las personas bisexuales se sienten atraídas por hombres y mujeres. La escala de Kinsey establece varios grados de bisexualidad dependiendo del tipo de relaciones sexuales predominantes de cada persona. El grado 0, el más bajo de esta escala, representa la heterosexualidad mientras que el grado 6 representa la homosexualidad.
Los bisexuales están en el punto medio de esta tabla, es decir, las personas completamente bisexuales ocupan el grado 3 de la escala Kinsey. El grado 1 y el grado 2 lo ocupan personas que son predominantemente heterosexuales pero que esporádicamente tienen contactos homosexuales en mayor o menor medida.
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