Poses para follar con una Escorts
Las posturas son aptas para todos los públicos, y las que son más “especiales” aún menos, pero todo se permite.
Disfrutar y gozar en la cama, con una buena compañía y dejarse llevar por la pasión es algo que puede considerar idílico. A continuación mostramos algunas de las posturas más aclamadas.
El antílope
Esta es una de esas posturas que se hacen fuera de la cama, es decir , que no hay que estar acostados dentro de ella, sino que se puede, y debe, practicar en otro lado.
La parte femenina debe de colocarse de rodillas en el suelo, y apoyarse en la cama, mientras que el varón se coloca detrás de ella, también de rodillas, y la puede penetrar, tanto vaginal como analmente.
El exprimidor
Esta postura si que se realiza en la cama. Consiste en que el hombre se tumba el lecho (es más cómodo) y la otra parte se coloca encima de él, pero dándole las espaldas. No obstante, hay que ir con cuidado con esta postura, debido a que la introducción del pene será al contrario de lo habitual, y la doblez de éste también.
Desde una posición más pasiva, el hombre puede verlos movimientos de la penetración, así como de la estimulación de la mujer por la zona anal. Os aconsejamos que esto último lo habléis antes de poneros a follar, pues no a todas las mujeres les gusta el sexo anal.
La V erótica
Esta es un poco tradicional, pero siempre resulta ser extremadamente placentera. Aquí puedes dejar de lado la cama, y disfrutar con una mujer.
Hazlo en la cómoda o la mesa de la habitación y pon las piernas de la escort de lujo sobre tus hombros, y penetrarla.
La nota X
Para esa postura hay que tener flexibilidad y agilidad para poder disfrutarla al máximo. Como si fuerais ha hacer el 69, pero sin comeros (lo podéis hacer también ¡ojo!), y os encajais como puzzle.
Una vez realizado este encaje, deberéis ir con un poco de cuidado con las extremidades y no pasaros con la fuerza, pues podéis haceros daño. Pero esta postura es muy excitante.
El mono (o el esquiador)
Apta, sobre todo, para hombre con el pene grande, el mono o el esquiador es una de las posturas más placenteras tanto para la mujer, como para el hombre.
En esta ocasión, el hombre se tiene que poner boca arriba y con las rodillas dobladas. En la intersección donde aparece el pene, la mujer deberá de sentarse encima y hacer que la pasión les embriague a los dos, mientras él estimula su clítoris.