Prima ¿ Que estas haciendo ? Después de un duro año en el instituto, me fui con mi madre al apartamento de verano de mi tía Paula. Mi tía esta separada y vive con mi prima Susana. Es su segunda residencia que esta en Platja d’ Aro. Por otro lado, era habitual ir allí en los veranos algunos días pero este año en concreto, no tenía dinero para ir a ningún lado y la opción de pasar varios días allí, era la mejor opción.
Yo tengo 19 años, me gusta entrenar a Crossfit en mis horas libres. Mi tía Paula tiene 58 años y es bastante atractiva, se nota que fue muy guapa de joven. Respecto a mi prima Susana tiene 37 años, morena con unas buenas tetas y muy alocada! Es muy alegre y juguetona.
Los primeros días los pase entre la playa y puntualmente en el complejo del apartamento. Es una zona común cerrada con piscina y jardines comunitarios, la verdad es que el lugar es muy bonito. Un día mi prima me acompaño a la playa. Fuimos después de comer. Hacía calor y era una gran idea. Una vez allí, ella se despojo de su vestido fresco de verano y se quedo en bikini. Con tanga en la parte de abajo que le hacia ver un precioso culo, junto a esas enormes tetas…. La verdad, es que no podía dejar de mirarla de reojo. respecto a ella, me empezó a tocar los brazos y abdominales diciendo:
-Joder primo, estas muy fuerte! Seguro que vuelves locas a las chicas de tu clase!
Yo me puse colorado, no sabía que responder pero le contesté:
-La verdad es que apenas estoy con chicas. No suelen fijarse mucho en mi, además siempre estoy estudiando o entrenado y tengo poco tiempo.
-Eso lo arreglo yo! Con mi primo tan cachas seguro que todas las muchachas de aquí se te lanzarán! – Me dijo Susana
la tarde transcurrió normal, fue un día agradable pero algo, se despertó ese día.
Hola hijo, creí que tardabas. -Me dijo mi madre
-Hoy tu tía Paula y yo nos vamos a pasar el día a Roses, llegaremos a la noche. Ahí tenéis comida hecha para calentarla solo. Así comer a la hora que queráis tu y tu prima.
Ese día me baje solo a tomar el sol a la piscina del complejo, mi madre y mi tía se habían ido y Susana seguía durmiendo. Sobre la hora de comer decidí a subir comer. Abría la puerta y me encontré a mi prima justo en frente.
Ella llevaba una camiseta de tirantes larga de estar por casa, que le cubría hasta justo debajo del culo. No llevaba sujetador y esas grandes tetas rebotaban acercándose a mi, ella me día un gran abrazo » poco habitual » y justo ahí sentí esas tetazas pegadas a mi. Acto seguido y de forma instintiva, mi verga se infló. Dado el abrazo efusivo que me dio, ella sintió mi erección, a lo que creí prudente separarme un poco ya que estaba avergonzado.
– Voy a tomar una ducha. Le dije a mi prima
Caminaba disimulando mi erección al sentir ese par de tetas enormes pegadas a mi.
Por los nervios o descuido, me metí al baño sin llevar ropa ni toalla. Mi torpeza terminó pidiendo «auxilio» a mi prima.
– Me pasas una toalla por favor?!
A lo que ella llegaba hasta la puerta del baño.
– Ten
Decía mientras yacía quieta en frente de la ducha. Abrí la mampara medio de lado, sin poder ocultar mi nerviosismo. Al abrir la mampara a medias. estiré la mano y no alcanzaba bien la toalla.
– Ten cuidado primo, te vas a resbalar. Espera que me acerco mas.
Me dijo mi prima entrando hasta casi dentro de la ducha con la toalla en mano. Su expresión fue quedarse helada y sus ojos fijos al entrar. Yo estaba completamente desnudo y mi verga expuesta a ella. Justo al entrar ninguno dijo nada, era yo mirándola y era ella sin vergüenza con la mirada en mi verga. Realmente no sé el tiempo que paso, si fueron segundos o minutos pero, estábamos hipnotizados. Yo no me cubría la verga con la mano derecha a la que extendí la izquierda para coger la toalla. Pero mi verga, permanecía dura en su máximo esplendor y no podía cubrirla apenas. Ella levemente boquiabierta, no dejaba de mirar ya de forma descarada, a mi verga imponente.
Tomé la toalla de su mano. Yo la estiraba pero ella no la soltaba. Tras varios intentos despertó de ese trance hipnótico que mi verga la tenía pene la tenía atrapada. He de reconocer que tengo una verga grande y gorda pero mi prima me intimidaba y me excitaba mucho. era una situación irreal.
– Estás bien primo?
Me decía tomándome del brazo y sin soltar aun la toalla.
– Sal fuera. Me dijo
A lo que le hice caso saliendo de la ducha y ella con la toalla en su mano, comenzó a secarme ignorando mi enorme trempera de mi verga.
– Debes tener más cuidado. No puedes ducharte sin traer calzado de baño, esta resbaloso.
A todo ello continuaba secando me, esta vez mi brazo y parte de mi hombro. Yo solo podía observar callado y ya sin la vergüenza de tener mi polla dura frente a mi prima. Estaba tan excitado… Ella no disimulaba, me secaba lo que podía pero, no paraba de mirar una y otra vez a mi verga. De repente, se arrodilló para seguir secando, o al menos eso creí yo. Tener a mi prima de rodillas mi polla se inflaba aún más, estaba tan dura. Mi prima, termino de secar mis piernas. Ahora se dispuso a sacar mi verga de la pierna con tal naturalidad como si de algo cotidiano se tratara. Agarró mi polla en su mano izquierda, sosteniéndolo fuertemente.
– Creciste mucho primo….
Decía en lo que mi verga respondía inflando se hasta tal punto, que parecía que iba a reventar. Ella lo sintió. No dijo nada y de repente se lo metió entero en la boca.
– Prima ¿ Q estás haciendo?
Le dije excitado y sorprendido. De mientras ella no decía absolutamente nada, solo chupaba y chupaba. Su cabeza subía y bajaba, sus manos estaban una en mi polla y la otra en el culo. Sentía y escuchaba el sonido de mi miembro siendo devorado. Le puse mi mano sobre la cabeza, acariciando la cabeza, a lo que ella le excito mas y siguió con mas efusividad. Mi prima me la chupaba como nadie lo había hecho jamás! Disfruté tanto de su maestría de sus labios, de su lengua y de sus ansías voraces en chuparla. Todo era muy extraño pero a punto de explotar. Ella siguió besando mi vientre, subiendo a mi torso y llegando a mi cuello. A lo que me susurro muy despacio.
– Dejas que que la prima se suba?
No dije nada, sólo ascendí la cabeza. A lo que rápidamente m e tumbe y ella se ponía encima mío. se quito la tanga. Al instante, esa camiseta blanca de tirantes era rápidamente sacada y le salieron esos enormes pechos. Ella se río, su mirada estaba fija en mi viendo mi reacción. Me quede inmóvil viéndola desnudarse. Solo seguía viendo mi reacción, entonces tomó mis manos y las puso sobre sus tetazas. Reaccioné de manera instintiva sobando y chupando aquellas enromes y preciosas tetas. Se levantó levemente un poco con la sonrisa de picara en la cara, tomando mi verga desde atrás la puso en posición y dio la primera sentada….